¿Nos queda algo de San Martín?

por Juan Marcelo Calabria

Nuestra sociedad pide a gritos por ejemplos creíbles, dirigentes de coraje, esfuerzos y patriadas; hoy cuando los fracasos de nuestra sociedad se han hecho tan evidentes en uno de los momentos más críticos de nuestra historia, necesitamos recobrar las riquezas éticas de Argentina y Latinoamericana; reclamar espíritus inquebrantables, capaces de transformar la realidad y definitivamente construir un destino grande para estas “Desgraciadas Repúblicas”. En este marco es cuando cobran mayor realce aquellos conciudadanos que fueron verdaderos guías y líderes de nuestros pueblos.-

Hoy más que nunca gana lustre la figura del Libertador José Francisco de San Martín. Hoy necesitamos dar una mirada a distancia a la estatua ecuestre, romper el bronce y redescubrir un San Martín ejemplo de vida: el Estadista Visionario, el Constructor de Naciones Libres e Independientes y por sobre todas las cosas, un Hombre Público Intachable; despojado de todo interés y ambición, y que vio en el poder sólo un instrumento para la realización de su obra americana: dar libertad a los pueblos de esta parte del mundo. Verdadero guía para los gobernantes contemporáneos.-

En esta sociedad dolida y resentida; urge recuperar la confianza, fijar el horizonte y construir un destino común que nos identifique como Nación y que nos dé las bases para encarar un verdadero proceso de integración americana; este proceso sólo podrá consolidarse a través de un sistema de educación que permita demostrarnos y sobre todo demostrarle a las nuevas generaciones; modelos creíbles de vida y por sobre todas las cosas líderes y conductores dignos, honestos, eficientes e imbuidos de la realidad de nuestro suelo, lejos de los ídolos de pies de barro, faustos y superfluos, transmitiendo un esquema de líder exitoso producto del esfuerzo, el método, la disciplina interna, y por sobre todas las cosas, capaz de adoptar decisiones coherentes, construidas a través del análisis responsable de los factores económicos, culturales, políticos y sociales de la región.-

Ante esta búsqueda imperiosa de modelos y con la urgencia de transmitir hechos concretos, surge la idea de presentar y redescubrir a uno de los Fundadores Sudamericanos, en toda su magnitud, ya no sólo como militar y estratega incomparable, sino más bien como padre ejemplar y cariñoso, como ciudadano ilustre; como el Estadista, el Líder; en definitiva exponer como Ejemplo de Gobernante y Fundador de la Libertad a José de San Martín: y rescatar a través de esta figura un verdadero Ejemplo de Funcionario Público al servicio de los altos intereses del pueblo.-

Este San Martín, que sufría en cuerpo y alma cada uno de los males de la América, el que lejos de su patria jamás dejó de pensar en ella, el del partido americano, es el gran ejemplo que debemos tomar para comenzar a transitar el camino de construcción de una América grande, progresista, equitativa y justa, donde todos podamos desarrollarnos plenamente. Para lograrlo, cabe la pregunta: Nos queda algo de San Martín, seremos capaces de dejar de lado los intereses sectoriales para por fin trabajar por una causa común, queridos amigos, seremos capaces de convertirnos aunque más no sea en una pequeña parte en un “San Martín”, a quienes escuchen estas palabras, les toca dar su respuesta...
(Nota publicada por el Autor en Diario Los Andes el 20/08/06)

Fortalezcamos la Vigencia de los Principios y Valores Sanmartinianos

La vida y obra del Libertador José Francisco de San Martín, constituye sin duda, uno de los mejores ejemplos de Liderazgo, Humildad,Coherencia y Patriotismo que ha dado nuestra América. Por ello a través del aporte de estos humildes artículos y notas de interés sobre sus Pensamientos, Palabras y Acciones, tienden a convertirse en un espacio de difusión y reflexión sobre sus enseñanzas, sus máximas y sus virtudes cívicas y sociales, con el fin revalorizar y poner en vigencia el espíritu sanmartiniano que debe ser la guia de todos los Argentinos y Latinoamericanos, para lograr la Unidad Latinoamericana que soñaron nuestros padres fundadores.-